miércoles, 31 de agosto de 2011

Presentación del libro: Salud y Conciencia Pública

Dr. Carlos Javier Regazzoni (Editor), Dra. Lidia Garrido Cordobera (Directora), Dr. Pablo Di Iorio (Coordinador).
Fundación Sanatorio Güemes, Buenos Aires 2011
Autores Colaboradores: Lidia M. R. Garrido Cordobera. Doctora en Derecho de la U.B.A. e investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales“Ambrosio L. Gioja”; el Dr. José María Monzón, Profesor Regular Adjunto de Teoría General y Filosofía del Derecho e Investigador Permanente del mismo Instituto; la Dra. Natalia Eva Torres Santomé; el Dr. Roberto Andorno, investigador en el Instituto de Ética Biomédica de la Universidad de Zurich, Suiza; el Dr. Eduardo A. Pigretti, profesor titular consulto de la UBA; la doctora Luciana B. Scotti (UBA); el Dr. José Pablo Di Dorio (UBA y Universidad de Salamanca, España); el Ing. Ricardo Emilio Franceschelli, Consultor de la Asociación Argentina de Ingeniería Hospitalaria; la doctora Nieves Di Iorio, licenciada en Ciencias Ambientales; Dra. Laura Pérez Bustamante (UBA); Dr. Juan Manuel Prevot (Concepción del Uruguay, Entre Ríos); Dra. Mónica Casares (UBA); Dr. Sergio Sebastián Barocelli (UBA); Dr. Ricardo D. Rabinovich-Berkman (UBA, y Doctor “honoris causa”de la Universidad San Pedro, Perú, y Miembro honorario del Instituto de Bioética y Derechos Humanos de la Lubelska Szkola Wyszsa w Rykach, Polonia); Dra Laura Gázquez Serrano (Universidad de Granada); Dra. Magdalena Beatriz Giavarino (UBA); Dra. María Delia Pereiro de Grigaravicius (UBA); Dr. Domingo Bello Janeiro (Universidad de La Coruña, y Académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Galicia); Dr. Julián Emil Jalil (Secretario de Cámara, y profesor, UBA); y el Dr. Walter Krieger (UBA).

Introducción del Dr. Carlos Javier Regazzoni

Hacia finales del Siglo XX pareció cumplida la profecía de Martín Heidegger respecto de la “reversión” en la relación entre hombre y técnica. La técnica, inusitadamente, pasaría a dialogar con el hombre con pretensiones de autonomía. En una inolvidable entrevista que le hiciera Der Spiegel , en 1960 señalaba el polémico filósofo que "...a lo largo de los últimos treinta años se ha hecho cada vez más claro que el movimiento planetario de la técnica moderna es un poder cuya capacidad de determinar la historia apenas puede apreciarse...". Y con gran agudeza añadía que era "...una cuestión decisiva como podría coordinarse un sistema político con la época técnica actual...". La coordinación entre avance científico y sistema político es crucial, básicamente porque la organización social existe en tanto que algún modo de acuerdo entre los individuos condiciona al menos parte de su comportamiento, en una dirección definida. Y esa dirección o sentido social, frente a las exigencias de autonomía de la técnica, vendrá dictada o bien por ésta, o bien por la política. Pero en cualquier caso terminará por materializarse en una norma. Y es ahí donde entra en juego el derecho. Frente a la entidad de la técnica se alza la entidad del hombre que clama sus derechos, y el debate es inevitable. En última instancia, estas diferencias se radicalizan en lo jurídico.
Este dilema no se ha mostrado con tanta claridad en ninguna disciplina como en el caso de la medicina y aquellos saberes orientados hacia la salud del individuo. La medicina comenzó a aplicar tecnologías surgidas de la investigación científica para entender la dinámica propia del padecer humano e intentar modificar su curso. Pero conforme evolucionaba la revelación de su poder, se medicina científico-técnica se inició en caminos orientados ya no a la resolución del padecer humano, sino a la modificación de la propia vida humana. Sin embargo, la tecnología expone sus deficiencias para asumir el cometido propuesto. Porque desde la ciencia y la tecnología puras "...el paradigma hoy emergente es el de la incertidumbre..."; lejos de crear certezas sobre las cuales construir, "...en el juego de acciones-reacciones y múltiples interdependencias instituido por le pluriverso tecnológico de la red global, la ciencia ya no aumenta el poder sino que aumenta el coeficiente de riesgo, incertidumbre y contingencia de las decisiones..." .
Pero así como la medicina instituyó de manera singular los dilemas y sus incertidumbres más angustiantes sobre la propia condición humana en el trance perentorio de la salud y la enfermedad, de igual forma el derecho mostró ser la arena propicia para debatir las imprescindibles certezas que la sociedad humana reclama frente al paradigma científico. Frente al accionar pretendidamente autónomo de la tecnología, lo único que el individuo posee para sostener su propia e innegociable autonomía son sus derechos y obligaciones, tanto individuales como colectivos.
No podemos afirmar que la única determinación de la globalización proviene de la expansión científico-técnica. Sin embargo, no dudaremos en decir que los rasgos más esenciales de la globalización provienen del estado de desarrollo de la ciencia. Y si reconocemos este vínculo sustancial entre globalización y desarrollo científico-técnico, igualmente tendremos que admitir que desde el interior mismo del fenómeno de globalización surge cada vez con más fuerza una idea central; que “…demanda ser humanizada, ser controlada de algún modo” . Y la primer humanización pasa por la identificación de algunas respuestas en medio de la creciente incertidumbre. Porque los hombres y mujeres concretos no pueden aceptar las incertidumbres como única devolución a sus interrogantes individuales y colectivos. Como dice Camus, el absurdo “…nace de esta confrontación entre la llamada del hombre, y el silencio inexplicable del mundo” . La falta de respuesta por parte de la medicina para con los interrogantes que su propia técnica crea, amenazan con volverla absurda. Igualmente la falta de respuesta por parte del orden político para con las demandas de la población, corre el riesgo de sumir a la ciudadanía en el absurdo.
Y la primer respuesta que los hombres requerimos para con nuestra comunidad es un valor común. Porque como escribe Camus , “Si los hombres no pueden referirse a un valor común, reconocido por todos y por cada uno, entonces el hombre es incomprensible al hombre…” y continúa: “…sin ese principio, el desorden y el crimen reinarán sobre la tierra”. Este libro pretende, desde el eclecticismo de autores y posturas, dar algunas respuestas a los interrogantes que el campo de la salud plantea al orden social actual. Los silencios de la creciente incertidumbre se poblarán con voces que desde el privilegiado proscenio del Derecho y lo jurídico, generarán intentos de respuesta a nuestros interrogantes.
En primer lugar, reivindicando el derecho a la salud como un derecho humano, esa realidad humana que a veces la técnica médica, subsidiada por los intereses del mercado, intenta vulnerar. Georges Canguilhem escribió que “Un organismo es un modo de ser totalmente excepcional debido a que entre su existencia y su ideal, entre su existencia y su regla o norma, no hay, estrictamente hablando, diferencia…”(…)“...la norma o regla de su existencia está dada en su existencia misma…”(…)“…la finalidad del organismo es interior a este y, por consiguiente, el ideal que se debe restaurar (cuando éste enferma) es el organismo en sí…”. Evidentemente esta es como la regla de oro que la medicina tiene frente de sí cuando debe actuar sobre el enfermo; hay algo perdido que debe restaurar, existe un algo debido al mismo ser humano, que le ha sido negado a este concreto humano sufriente. Pero la finalidad de la sociedad no goza de este privilegio. El mejor orden social plantea uno de los problemas capitales de la existencia humana, y desde “…que el hombre vive en sociedad, todo el mundo discute sobre el ideal de la sociedad” . La regla, el modo de ser que hace posible la vida de un organismo vivo se halla internalizada en su vida misma; pero la “…vida de una sociedad no es inherente a ella misma”. No basta con que los hombres existan juntos para que generen una sociedad justa, hecho que se opone a la naturaleza viviente, la cual solo existe si es acorde a su naturaleza, y en ello consiste su justicia.
Esta dificultad para encontrar los modelos a seguir para una sociedad justa nos llevará a la cuestión de las obligaciones universales, hecho que nos introduce en la esencia misma de la vida común. Porque como dice Espósito, una comunidad “…es el conjunto de personas a las que une, no una propiedad, sino justamente un deber o una deuda” ; “…un deber une a los sujetos de la comunidad –en el sentido de te debo algo pero no me debes algo-”. Un deber desinteresado, que lo distingue así del deber contractual o comercial. Aquello que caracteriza a lo común, lejos de ser un “algo” de “todos”, es una “…des-propiación que inviste y descentra al sujeto propietario, y lo fuerza a salir de sí mismo”. Los sujetos de la comunidad son “…sujetos de la ausencia de lo propio”. Lo común es una enajenación de lo propio, es un espacio de extrusión del sujeto hacia fuera, que se conforma con la entrega de todos en función de todos.
La cuestión de los derechos y obligaciones que se entrelazan en el derecho a la salud serán examinados en las situaciones más complejas de la existencia humana, en sus orígenes, como el caso del nacimiento, o en sus componentes fundamentales, como las células madre.
Pero los hombres no estamos solos. El individuo aislado de su comunidad existe únicamente en la razón. Por ello trataremos de la salud como derecho universalizado, y su lugar en la agenda de integración regional de América Latina. La acuciante cuestión del medioambiente, que al margen de sus innegables repercusiones económicas, posee muy serias consecuencias para la salud de las personas, servirá como modelo para discutir desafíos transnacionales a la salud de los individuos, creados por la actividad humana, y cuya resolución convoca necesariamente a grandes bloques continentales.
Ahora bien, la salud como realidad social, no sólo tiene lugar en el seno de una comunidad internacional cada vez más interrelacionada, sino que sucede en el seno de un mercado. La salud, como actividad humana, es el centro de poderosas fuerzas económicas que la están llevando a una situación de criticidad nunca antes vista. Si Estados Unidos o el Reino Unido acometen sendas reformas de sus sistema sanitario, si la última crisis económica ha puesto en tela de juicio los sistemas de bienestar social más robustos de Europa, esto significa que las relaciones entre salud y mercado están en pleno proceso de cambio. Y el resultado de la metamorfosis será decisivo para muchas economías en todo el planeta, y para el mundo del trabajo en general.
El libro hubiera quedado gravemente incompleto de no haber incluido discusiones sobre la cuestión más propia de la relación médico-paciente: la relación de confianza entre el médico y el enfermo, materializada en la confidencialidad, el consentimiento informado, el paciente menor y vulnerable, y la responsabilidad profesional. Salud y enfermedad son dos situaciones humanas extremas, que llevan al límite de su resistencia a otros dos extremos de la relación humana: necesidad y ayuda . Es esta relación entre necesidad y ayuda la que representa la forma más elemental de asociación humana.
Queda agradecer a los autores. La medicina es una cosa muy seria, y toda su gravedad le viene de la particular posición en que identifican al hombre; como necesitado de otros para sobrevivir, y como llamado por una altísima vocación para servir. Esta dinámica pone de manifiesto además, como ningún otro signo clínico, los aspectos más esenciales de la vida en común: la conciencia de lo público como lugar de encuentro de obligaciones mutuas.

martes, 23 de agosto de 2011

Lo de Libia fue predicho hace 5 años por los ingleses

El mundo de los próximos 20 años promete ser bastante entretenido. Así lo bosqueja un informe del Ministerio de Defensa británico publicado hace unos pocos días, en el cual se comunican las conclusiones de una comisión que, mediante metodologías de prospectiva, ha intentado detectar las principales tendencias que caracterizarán el escenario mundial en los próximos 20 años. Tres palabras podrían resumir la imagen del mundo futuro según este grupo de estudios inglés: superpoblado, marxista, e infectado de grupos violentos. El informe dice que una de las particularidades más constantes de los próximos 30 años será la tensión constante establecida entre la independencia y la competencia, que aumentarán tanto entre individuos como estados. Esto llevará al desarrollo de nuevas estrategias de competición basadas en la reacción de estados e individualidades al cambio.

Las tres áreas críticas

Las tres áreas que más afectarán la vida de las personas en el planeta serán el cambio climático, la globalización, y la inequidad. El cambio climático progresivo modificará ciertamente el ambiente físico de los hombres, dentro del cual la explosión demográfica tendrá que enfrentar problemas de provisión de alimentos, disponibilidad de tierras, y escaces de agua.

La economía mundial continuará creciendo y aumentando los lazos entre personas y pueblos diversos alrededor del planeta. Debido a la globalización las fuerzas supra-nacionales influirán sobre todas las dimensiones de la vida humana.
Si bien la vida de mucha gente progresará en términos materiales, un número significativo de personas continuará experimentando serias limitaciones materiales, hecho favorecido por las olas generadas por una economía globalizada. La inestabilidad provocará empobrecimientos y enriquecimientos más o menos repentinos, lo que sumado a la globalización de las comunicaciones y la ostentación de ciertas sociedades y sectores acentuará el resentimiento entre los menos aventajados y los perdedores. Así el tema de la equidad ocupará un lugar central en la agenda social.

Cambio climático
La evidencia científica parece lo bastante persuasiva como para convencernos de que el clima cambiará seriamente en el futuro cercano. La atmósfera está aumentando su temperatura debido predominantemente a la actividad human. El uso de combustibles fósiles genera emisiones de gasese “invernadero” tales como CO2 y otros, lo que debe sumarse a la disminución de los procesos naturales de depuración de los mismos (procesos de captura de dióxido) tales como la actividad de selvas y vida marina.
La primer característica del cambio climático es que será en gran medida impredecible en su distribución temporal y geográfica, evolucionando especialmente a través de catástrofes inesperadas. Los hielos polares se derretirán, y el agua de los océanos se acidificará, con lo cual cambiarán corrientes, la actividad de regulación termal de las aguas, y la vida marina. En cuanto a la tierra, extensas proporciones de ella sufrirán desertificación, y otras serán inundadas. Estos efectos se harán sentir en la disponibilidad de tierra para cultivo y vivienda, y en la migración de enfermedades tropicales como la malaria.
Un aspecto importante del cambio climático es que el mismo permanecerá altamente politizado debido a los profundos intereses económicos en juego, y al desafío que la respuesta a las catástrofes impone para las administraciones de los países.

Globalización
En los próximos 30 años según el informe el volumen de transacciones llevadas a cabo a distancia va a aumentar, cambiando la vida de millones de personas. Esto tendrá como efecto el acentuamiento de la internacionalización de los mercados de bienes, servicios, y laboral, lo que afectará severamente a las economías regionales, para bien en algunos casos (gracias a la expansión de las oportunidades) y para mal en otros (debido a la insostenible presión de la competencia). Evidentemente las telecomunicaciones tendrán una posición destacada en el desarrollo de este escenario. Gran parte de la población mundial estará “on line” la mayor parte del tiempo, lo que aumentará la presión de la competencia y ampliará de manera inimaginable las opciones.
Con la globalización se multiplicarán las formas laxas de asociaciones políticas, culturales, y económicas, vinculando personas dispersas por el mundo. Esto aumentará la interdependencia de los estados a la vez que acentuará la independencia del individuo.

Inequidad global
Dada la enorme mejoría de las condiciones socio-económicas de algunos, la brecha entre ricos y pobres se ensanchará, a la vez que la pobreza absoluta persistirá como un desafío global. A su vez la explosión mediática hará más evidentes estas diferencias, lo que fomentará las percepciones de injusticia. Esto será una fuente segura de inestabilidad social, y muy probablemente de ideologías anticapitalistas. En este contexto es muy posible que revivan ideologías marxistas en todo el globo.

Temas fundamentales

La miríada de factores a tener en cuenta para la comprensión del mundo futuro ha sido agrupada por los autores del reporte en cuatro temas fundamentales, cada uno con su escenario posible y ciertos factores motorizadores del cambio que tendrá lugar en cada área. A modo de sumario se podría asegurar que debido a la realidad económica los países estarán ciertamente más integrados unos con otros, pero debido a la necesidad de sostener las economías nacionales con el objeto de prevenir la caída de grandes proporciones de sus ciudadanos en áreas marginales, deberán ser más competitivos. Desde el punto de vista individual, a pesar de que la globalización aumentará las oportunidades y en muchos casos la riqueza efectiva de las personas, sin embargo será vista por la mayoría como una verdadera amenaza. Esta percepción alentará la creación de sistemas locales y localistas destinados a moligerar los efectos de los procesos globalizantes. Un ejemplo serán las medidas antimercado, las cuales fructificarán a la zombra de la promesa de favorecer la estabilidad. Paradógicamente esta tensión será causa evidente de inestabilidad. Esta inestabilidad, por su parte, determinará el desarrollo de estrategias locales de supervivencia que irán de la cooperación a la predación. Cerca de cual de ambos extremos se ubique una comunidad determinada vendrá influenciado, según los autores, por cuatro temas fundamentales: la población y los recursos naturales, los intereses y la identidad, la gobernabilidad y el orden, y por último el conocimiento y la innovación. Nosotros aquí pondremos de relieve los dos primeros y luego algunos temas candentes para los próximos 25 años como ser la presencia de los medios en la sociedad y el problema de la competencia por la energía.

Tema 1: Población y Recursos
Los recursos naturales sufrirán constriñamiento debido fundamentalmente a: 1 – aumento sostenido de la población, 2 – competencia económica agresiva y aumento del consumo, y 3 – rápida modernización y urbanización. El cambio climático y la contaminación agravarán esta tendencia. Como consecuencia la provición de energía, agua y comida, será crítica. Esta competencia por los recursos será percibida a través de los medios de comunicación con mayor dramatismo y premura, acentuando las diferencias entre ricos y pobres, los de arriba y los de abajo. Esto constituirá un aliciente para los populismos, las crisis humanitarias, y los conflictos entre comunidades y etnías en lo local, y probablemente a guerras a gran escala en lo global.
La principal derivación para la salud de este tema será el apremio de serias enfermedades contagiosas como nuevas formas de gripe, HIV, tuberculosis resistente, y otras. Los cambios ambientales y sociales secundarios a la competencia por los recursos y la explosión demográfica favorecerán incluso pandemias.
Los cambios en el tema de la explosión demográfica y la competencia por los recursos serán motorizados por e crecimiento económico, el crecimiento poblacional, la competencia por los recursos, las enfermedades, el cambio demográfico, el impacto ambiental, los desplazamientos de masas, y la urbanización.

Motores del cambio en el tema de población y recursos
Crecimiento económico. Los investigadores proyectan que la economía global muy probablemente crezca al 2 a 3% annual hasta por lo menos el 2020. Esto se acompañará de aumento del bienestar, especialmente en la región de Asia-Pacífico. No obstante la mejoría sera asimétrica. África sub-sahariana continuará siendo pobre debido a factores demográficos y politicos.

Crecimiento demográfico. La población global crecerá de 6.5 mil millones a unos 8.5 billones para el 2035 según casi todas las estimaciones. Este crecimiento ocurrirá sobre todo en regiones con alto riesgo material y social. En síntesis esto significa que habrá más pobres.

Competencia por los recursos. Los aumentos de la actividad económica y el consumo indudablemente resultarán en una mayor demanda de recursos esenciales. De todo el aumento esperado sobre la demanda de energía, 80% deberá ser afrontado por petróleo, gas, y carbón. Dado que la mayoría de este recurso se encuentra en manos de regiones políticamente inestables, es esperable que los principales consumidores no quieran comprometer el suministro con las fueras del mercado y los caminos habituales de intercambio del sistema internacional.

Enfermedades. Evidentemente ciertas enferedades contagiosas segurán constituyendo un problema, y otras nuevas surgirán en el ínterim. En este sentido malaria, tuberculosis, HIV, y cólera, segurán siendo un problema fundamentalmente para los más pobres. Este hecho comprometerá seriamente el crecimiento económico de ciertas regiones.

Cambio demográfico. Básicamente el primer mundo envejecerá y el tercer mundo será relativamente más jóven (primer mundo envejecido con tercer mundo joven). Si se piensa que el 25% de la población mundial estará constituída por el pobre urbano, el cambio demográfico hará más frecuentes las olas de desempleo. Ciertamente la inmigración hacia el primer mundo aumentará, pero también lo harán las tensiones internas.

Impacto ambiental. Para el 2035 dos tercios de la población mundial vivirá en regiones con escaces de agua. Además es muy probable que la fertilidad de la tierra disminuya debido a la polución y la intensificación de la agricultura. La pesca también se verá seriamente afectada. Con todo surgirá un tema permanente en la agenda: la seguridad alimentaria e hídrica.

Desplazamiento de masas. La inestabilidad, el conflicto, y los cambios de percepción gracias a los medios de comunicación continuarán favoreciendo los grandes desplazamientos especialmente a regiones vecinas.

Urbanización y Asentamientos humanos. Para el 2035 el 60% de la población vivirá en áreas urbanas . Crecerá el tamaño de las ciudades y la cantidad y extensión de los asentamientos no planificados, todo lo cual impactará sobre el costo de los recursos y el impacto ambiental. Gobernabilidad e infraestructura serán temas clave en la urbanización. La habitación de sitios poco aptos así como los problemas derivados de las megápolis aumentarán la frecuencia de las crisis humanitarias.

Tema 2: Identidad e Intereses
Tanto la globalización como las comunicaciones harán más visibles a los individuos las ventajas y desventajas de los otros así como las significaciones adicionales derivadas de los propios intereses. Paradójicamente los investigadores advierten que si bien la distancia significará menos en términos de asociación e intercambio, de todos modos la seguridad individual y colectiva se convertirá en un tema mayor. La interculturalización será una característica inevitable del futuro mediato, poniendo en tela de juicio las identificaciones primarias de la persona. Así es esperable ocurran profundos cambios en las identidades colectivas para dar paso a las crecientes influencias globales. Esto generará conflictos. Nacionalidad y etnía seguirán siendo elementos de peso, a contracorriente de la tendencia global integracionista y a la diáspora impuesta por las corrientes migratorias. Así proliferarán colonias de expatriados con diferentes grados de integración en las respectivas comunidades de destino, cambiando seriamente la fisonomía social. La crisis de identidad y las presiones globales reducirán la lealtad individual al estado y la comunidad de origen, la cual se transformará en condicional y no incondicional como lo era previamente. Las comunidades de la diáspora establecerán redes con efectos impredecibles sobre la organización social. Las organizaciones se volverán más centradas en intereses coyunturales que en lealtades identitarias, lo cual las volverá laxas.

Motores del cambio en la identidad y los intereses
Acceso a la información. Las tecnologías de la información seran ciertamente accesibles a más gente. Se estima que 20% de la población de África tendrá telefonía celular con Internet movil para el 2010. La comunicación a través de la red generará nuevos arreglos audiovisuales de trasnferencia de datos inimaginables hasta la fecha.

Comunitarianismo. El crecimiento de la población y su concentración en enormes asentamientos de, por ejemplo, 50 millones de habitantes o más, sumado a formas informales de trabajo, van a representar un reto formidable a los gobiernos que deban proveer infraestructura, servicios, y seguridad social, además de seguridad. Esta nueva realidad posiblemente deteriore el compromiso ciudadano con el estado nacional y reasuman protagonismo los lazos familiares, el clientelismo, y formas locales de goberno.

Migración. La migración aumentará en respuesta a la presión ambiental, la pobreza, y la percepción de oportunidades en otros lugares, especialmente ciudades, ya que la migración será un fenómeno paralelo a la urbanización. Actualmente unos 175 millones de personas vive fuera de su país, esto representa el 3% de la población mundial; este número se espera crezca al 10% para el 2050, esto es a 230 millones de personas.

Diáspora dinámica. Los asentamientos de la diáspora se encontrarán fuertemente conectados entre sí gracias a la tecnología de la información, lo cual va ciertamente a reducir el interés de los inmigrantes por asimilarse a las comunidades de destino, conformándose verdaderas “comunidades virtuales” a través de continentes enteros, que mantendrán a estas personas en cierta manera agenas a los intereses nacionales de las comunidades de destino. Además esta diáspora será una importante fuente de recurso para los familiares que permanezcan en las comunidades de origen, y un modo poderoso de transferencia de recursos desde los países ricos hacia los pobres. La diáspora también será un vehículo de transnacionalización del terrorismo, la violencia inter-comunitaria, y el crimen organizado transnacional.

Complejidad cultural creciente. Mucha gente se acostumbrará a lidiar con la complejidad cultural creciente que caracterizará indudablemente el mundo por venir. La migración de personas así como las dificultades de integración fomentará el desarrollo de comunidades muy cosmopolitas. El inglés muy probablemente mantenga su liderazgo como lengua internacional, aunque Mandarín, Español, y Árabe, serán también medios importantes de comunicación.

Cambio de valores. El mundo que se viene se caracterizará, muy probablemente, por materialismo y secularismo crecientes, en parte debido a que la competitividad e interconexión características del futuro desperdigarán tendencias ya establecidas en la mayoría de los países del primer mundo. El relatiivsmo y el pragmatismo moral constituyen otras dos tendencias ciertas en el mundo de valores que se avecina, jaqueando a los postulados más tradicionales. Por contrapartida las minorías buscarán preservar su identidad frente a la presión de las fuerzas globalizadotas mediante la adhesión a valores tradicionales más rígidos de corte religioso o ideologías como el marxismo.

Expectativas materiales. El modelo capitalista occidental seguirá representando el paradigma económico para el futuro por venir, a la vez que el modelo cultural dominante. Las expectativas respecto de las promezas de bienestar contenidas en dicho modelo se acrecentarán en gran medida por la acción de los medios de comunicación, lo cual expondrá de manera más cruda la realidad de los sectores marginalizados. En este sentido la exclusión se convertirá en un tema político mayor, con fuertes implicancias para la justicia transnacional.

Tema candente 1: competencia por la energía
La era de la energía barata ha pasado, y la escena económica estará dominada por la competencia feroz en post de los recursos energéticos. De aquí a 30 años la demanda de energía crecerá de 1,5 a 3% cada año, especialmente a expensas del rápido crecimiento de economías como China e India. Esto presionará sobre los precios y enriquecerá a países como Rusia e Iran, aumentando la relevancia internacional de ambos. A pesar de las incertidumbres que rodean al tama, es probable que el pico de producción de petroleo se alcance para el 2035, a partir decuando la cantidad de petroleo comenzará a mermar; esta posibilidad agrega mayor ansiedad a la tendencia. Indudablemente veremos en el futuro cercano el desarrollo de formas alternativas de energía que intentarán con grados diversos de exito de reducir la relevancia del petroleo en el rubro.

Tema candente 2: medios y sociedad
El poder e influencia de los medios va a acrecentarse, representando un serio problema para todos los gobiernos excepto los más autoritarios en cuanto a la capacidad de establecer los términos del debate. La esfera mediática será dominada por la industrialización del chisme, el periodismo confrontativo e intrusito, el entretenimiento populista y los deportes, sobre todo a expensas del impulso conferido a estas formas de comunicación por el apoyo comercial. Los medios llegarán a la gente a través de formas cada vez más sofisticadas de tecnología portátil, y las bases de la “verdad” serán fuertemente subjetivas y distorsionadas por la vulnerabilidad de los medios a las presiones distorsivas, la piratería de opinión, y la moda de opinión. Así las cosas es muy probable que la sociedad esté más movida por creencias que por verdades objetivas. La web será un desafío para las clásicas corporaciones de medios, y la emergencia del ciudadano-periodista como operador independiente cobrarán predominancia.
Además proliferará el periodismo partisano, que actuará como modulador de la opinión pública a favor de determinados grupos sociales. Por otro lado el grado creciente de informalidad restará fuerza a la propia capacidad de las empresas de medios de modelar algo parecido a un discurso único, y abrirá nuevas posibilidades a los gobiernos de no ser rehenes de la acción de los medios de comunicación.
Los medios aumentarán fuertemente su capacidad de presión sobre las acciones de la administración pública mediante sus acciones de escrutinio cada vez más intrusivas.

Tema candente 3: hitos científicos
Ciertas areas de la ciencia cobrarán relevancia central en el futuro cercano: la nanotecnología, las tecnologías de la información, la biotecnología, las nuevas formas de energía, las ciencias cognitivas, y la ciencia del networking, seran muy probablemente los campos de desarrollo más extraordinario.

Nanotecnología. La nanotecnología se encuentra en la frontera entre la física, la química, y la biología, y cambiará drásticamente nuestras vidas en cuestiones de materiales, desarrollo de sensores, y el cuidado de la salud. Gracias a la nanotecnología los artefactos serán más pequeños, más livianos, más baratos, y menos honerosos en términos energéticos.

Tecnologías de la información. Para el año 2050 es muy probable que la mayoría de los ciudadanos del mundo no pueda “desenchufarse”, es decir aislarse de las influencias informativas que literalmente lo bombardearán a cada momento. Estarán permanentemente conectados a redes de transferencia bidireccional de datos, y en ciertos momentos desconectarse podría volverse algo sospechoso y hasta conspirativo. Las causas de esta dependencia de la conexión serán la globalización de la economía, el aumento en la capacidad de los procesadores de datos, y una mayor asimilación cultural de las tecnologías de la información. Desde cierto punto de vista las tecnologías de la información serán per se un medio indispensable para el crecimiento económico.

Biotecnología. El retorno a los negocios centrados en la biotecnología era de 23 mil millones de dólares en el 2000, y creció a 50 mil millones en el 2005 en el mundo entero, hecho que prueba por sí solo la explosión esperable en esta área. El impacto de esta avenida del conocimiento se hará sentir especialmente en la industria farmacéutica, y a través de las nuevas drogas modificará profundamente la salud de los hombres.

Nuevas formas de energía. El informe prevee que es muy probable que nuevas formas de energía estén disponibles para su uso masivo en los próximos 20 años. No obstante lo más posible es que los avances sean evolutivos y no revolucionarios, dada la extrema dificultad que el área ha venido teniendo a lo largo de las últimas décadas. Este hecho redundará en un mercado de combustibles persistentemente inestable. Los biocombustibles quizá lleguen a representar el 8% de la provición total de combustibles en el año 2040.

Ciencias cognitivas. Los modos en que de hecho se aplicarán los avances en el campo de las ciencias cognitivas son más inciertos. Probablemente el mundo del software sea uno de los más beneficiados al respecto. No obstante el mapeo de las funciones cerebrales se desarrollará enormemente.

Ciencias de networking. El desarrollo de las ciencias de interrelación y detección de fenómenos será fenomenal. Mayor ancho de banda, mayor poder de procesamiento, sensores cada vez más pequeños, y mejor comprensión de la dinámica de las redes virtuales aumentarán nuestras capacidades de interconectividad.

El informe cuenta con algunos pasajes más sombríos como la certeza de que para el 2035 los ejécitos contarán con bombas electromagnéticas capables de destruir todos los sistemas de comunicación de un área, armas de neutrones capaces de destruir a todo ser viviente y preservar las estructuras físicas, y la posibilidad de armas totalmente automatizadas y desprovistas de seres humanos que las comanden; básicamente, un ejército de robots. Este poder del Estado se trasladará a grupos terroristas, cada vez más beligerantes, y a una clase media cada vez más identificada con ideas marxistas, debido al contraste de los “últimos ciudadanos” con dos amenazas, por un lado los hiper-ricos, y por el otro una sub-clase urbana marginal volcada hacia la violencia y fuera de todo orden social.

lunes, 22 de agosto de 2011

La Hipertensión Arterial en la Argentina, sin tratamiento

La Argentina posee alta prevalencia de factores de riesgo cardiovasculares, hecho que fue alertado por el estudio CARMELA publicado en el año 2008. La Provincia de Buenos Aires, que representa un tercio de la población de la Argentina, tiene una prevalencia de Hipertensión Arterial (34,8%) y de Hipercolesterolemia (25%) que se ubica acompañando al promedio nacional (Promedio Nacional para Hipertensión: 34,5%; Dislipidemia: 27,8%). Igualmente la prevalencia de Diabetes (8,6%), acompaña al promedio (Promedio Nacional, Diabetes: 8,4%)[1]. Estos tres factores son, en el caso de la enfermedad cardiovascular, los más importantes.

Con los factores de riesgo existe un problema adicional, y es que en una proporción inadmisible permanecen no detectados, o no debidamente tratados, con lo cual se pierde una gran oportunidad de beneficio para la comunidad.

En nuestro país se ha estudiado la prevalencia de factores de riesgo vascular en pacientes con  enfermedad coronaria declarada, en el estudio PRESEA (Prevención Secundaria En Argentina)[2]. Los investigadores se propusieron determinar la frecuencia con que son asentados en la historia clínica los factores de riesgo vascular (FRV) en pacientes hospitalizados por enfermedad coronaria (angina inestable, infarto, angioplastia, o cirugía de revascularización miocárdica), el manejo médico de los FRV en los 6 y 24 meses de seguimiento de dichos pacientes, y la adherencia de los enfermos a las indicaciones médicas. Los resultados fueron desalentadores: entre los 6 y 24 meses del evento coronario se encontró que 9,4% de los pacientes fumaba, 45,5% eran hipertensos, 43%  no realizaba actividad física, 54% tenía niveles elevados de colesterol, y 22,7% eran obesos. De los pacientes con hipercolesterolemia sólo 35,9% recibía medicación, a pesar de tratarse de casos de prevención secundaria. El PRESEA mostró además una subutilización de beta-bloqueantes e inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, dos estándares del tratamiento en el momento en que el estudio fue realizado. El estudio disparó un alerta entre los expertos más respetados de la Argentina[3].


Tomando los datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Año 2015, se identificaron los pacientes a los cuales se les había tomado la TA en los últimos dos años y que alguna vez o más de una vez se les había informado que tenían HTA; entonces éstos pacientes, con antecedentes de medición de TA e informe profesional de padecer HTA, fueron considerados con diagnóstico de HTA. De este grupo (HTA+), se analizó quienes recibían tratamiento y quienes no lo recibenEn conclusión, de aquellos pacientes con diagnóstico conocido de hipertensión arterial, el 61,5% no recibe tratamiento adecuado para su dolencia. Este problema del subtratamiento de la hipertensión arterial es de extrema gravedad, porque determina un aumento de la mortalidad entre la población activa, que en nuestro país es preocupante. Tratar la hipertensión arterial es una prioridad sanitaria.

[1] Investigadores estudio PRESEA. Prevención secundaria en la Argentina. Estudio PRESEA. Revista Argentina de Cardiología 2000; 68 (6) 817-25.
[2] Doval HC. La única verdad es la realidad. El estudio de prevención secundaria en la Argentina (PRESEA). Revista Argentina de Cardiología 2000; 68 (6) 783-4.

[1] "Programa de Vigilancia de la Salud y Control de Enfermedades" VIGI+A e INDEC, Encuesta Nacional de  Factores de Riesgo 2005.





miércoles, 10 de agosto de 2011

Juventud, Revolución, y Violencia: ¿la Argentina en la mira?

El centro de pensamiento del Ministerio de Defensa Británico predijo en el 2006 que el mundo evolucionaba hacia revoluciones frecuentes, iniciadas por jóvenes insatisfechos y propagadas viralmente por nuevas tecnologías de la información. Hemos asistido en los últimos dos años a dos tipos de explosiones revolucionarias juveniles en el mundo, con violencia, y móviles diversos; pero el componente común fue el demográfico.
Tunes primero, luego Egipto, y Argelia en lista, ahora Siria, recorren el arco de la denominada “primavera árabe”, y muestran las dificultades de gobernar un mundo, con nuevos medios de comunicación, pero sobre todo, con una demografía inédita. No se trata de redes sociales, Internet, o mensajes de texto; ni siquiera de profundas ideologías revolucionarias (que no las hay). El ingrediente infaltable es una extensa juventud decepcionada. Sin embargo, este gérmen revolucionario, debido a las tendencias demográficas actuales, se vuelve escaso en algunos sitios y superabundante en otros; y la Argentina tiene aquí un problema.
Los países con mayor juventud se caracterizan por mayor violencia y reclamo social más belicoso. Desde 1995 los conflictos civiles armados graves y los grupos radicalizados florecen en países como Palestina (edad media: 16.8 años), Afganistán (18.1), Irak (18.8), y Pakistán (18.9). Allí el ciudadano promedio es un adolescente sin horizontes de desarrollo. Egipto, donde el ciudadano promedio tiene 25 años de edad, confirma la tendencia.
En París también, cuando fue el incendio de autos por parte de los hijos de inmigrantes, el protagonista era un joven sin futuro y desenganchado de las posibilidades de su sociedad, cual son educación y empleo. En estos momentos Israel presencia una agitación de este tipo, similar a los “indignados” de España.
Ahora bien, en la otra parte del mundo la juventud escacea. Y no es ilógico pensar que, o bien marchamos hacia una glacial quietud, o bien hacia la colición. Para el 2050 se duplicará el número de mayores de 65 años. China lleva 20 años con fertilidad baja, disminuyendo la cantidad de chinos de 20 y 30 años de edad y aumentando los mayores de 60. Rusia también envejece. Actualmente nace un 40% menos de japoneses que en 1950, y para el 2030 la edad media allí será de 52 años. Para entonces tendrán edades promedio por encima de los 50 años países como Taiwan (56,3 años), Hong-Kong (54), Alemania (51,8) y toda Europa, y el sudeste asiático. Esta parte del mundo perderá mucha de su iniciativa transformadora y entrará en lo que se ha denominado como “paz geriátrica”.
Los jóvenes y la Argentina
La Argentina también envejece. La edad media de nuestro país es 30 años, superada por Chile (32) y Cuba (38 años, el más viejo de la región). Para el año 2050 tendremos 1 de cada 5 Argentinos con más de 64 años de edad, y más jubilados que menores de 15 años; entonces, ya con 50 millones de habitantes, tendremos casi 10 millones de personas mayores. Entre el 2008 y el 2040 nuestra población mayor de 65 años aumentará un 89%, pero el país entero sólo el 25%.
La Ciudad de Buenos Aires ilustra el fenómeno. De acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación, su tasa de fecundidad es 1,8 hijos por mujer. Consecuentemente la población tiende a reducirse, ya que para el simple recambio hacen falta 2,1 hijo por mujer. Además, el 14% de todos los Argentinos que muere luego de los 84 años de edad lo hace en la Ciudad de Buenos Aires, que representa 7,3% del país. Solo 17% de los porteños tiene menos de 15 años de edad, y en el hogar promedio de la Ciudad viven de 1 a 2 personas. Estos signos de envejecimiento se repiten en casi todas las regiones urbanas económicamente desarrolladas del país.
Pero hay otra Argentina. Con tasas de fertilidad de 3,4 hijos por mujer como en Misiones o Formosa. Una Argentina donde el 38% de la población es niño o adolescente (el Noreste). Y que viven en nuestras grandes ciudades. En los barrios de Soldati, Lugano, o Riachuelo, por ejemplo, la población creció 14,26% en la década, mientras que Recoleta perdió 2.000 habitantes. Estos sectores de alto crecimiento vegetativo, alta inmigración, y mayor juventud, se repiten en los asentamientos informales y villas de nuestro país, donde las familias son, a su vez, numerosas. Hay una Argentina joven, aunque económicamente pobre, y con fuertes carencias de salud y educación.
Choque generacional
En África una extensa juventud irrumpe contra envejecidas estructuras políticas. Allí se da una especie de choque de clases donde seguramente hay divisiones económicas, pero donde la gran distancia es generacional. En el Reino Unido, una sociedad donde la herencia define generaciones de millonarios y amplias desigualdades sociales, también la violencia sacude a la sociedad. En la Argentina, la tormenta demográfica se está gestando. La mayoría de los jóvenes son pobres y sistemáticamente excluidos del empleo formal y las ventajas de la educación de excelencia. Y sus perspectivas son desalentadoras; la proporción de graduados universitarios prácticamente no aumenta, sus expectativas de vida son 10 años inferiores a las de la clase media, y los salarios exiguos. Falta que la chispa de la tecnología coordine su insatisfacción. Y, a juzgar por los acontecimientos globales, o cambia la política, o ese día llegará inexorablemente con toda la fuerza de la juventu

lunes, 1 de agosto de 2011

África Urgente

En estos momentos más de 10 millones de personas en Somalía, Kenia, y Etiopía, están cercanas a morir de hambre debido a una asoladora sequía en la región. La situación de salud de los países en desarrollo se torna verdaderamente desesperada. Actualmente 35% de los niños africanos se encuentran hoy en mayor riesgo de morir que hace 10 años atrás. Aproximadamente unas 500 madres africanas pierden a su pequeño hijo cada hora. En el año 2002 murieron 4.000.000 de niños africanos. Luego de haber superado esta peligrosísima infancia, los adultos africanos también siguen expuestos a graves peligros. Hoy, el riesgo de morir de un adulto africano es mayor que hace 30 años; actualmente la expectativa de vida para los hombres africanos llega en algunos países a ser de 46 años. La causa principal de muerte entre los adultos a partir de los 15 años es el SIDA. El virus del HIV mata 5000 adultos y 1000 niños por día. A modo de ejemplo se puede decir que un niño nacido en Sierra Leona tiene 3.5 más probabilidades de morir antes de cumplir 5 años de edad que uno nacido en la India, y 100 veces más que uno nacido en Islandia o Singapur.  En África ocurren el 42% de todas las muertes infantiles del mundo.
La malaria produce 1.000.000 de muertes anuales en todo el mundo de las cuales el 90% ocurren en Africa, lo que representa una muerte por malaria cada 30 segundos. Los países con malaria crecen significativamente menos que el promedio de los otros países (0.4% por año contra el 2.3%). La probabilidad que tiene un hombre joven entre los 15 y los 60 años de edad de morir es del 8,3% en Suecia, del 82,1% en Zimbawe, y del 90.1% en Lesoto.


El aumento de 800 millones de personas por década en lo que va de ahora al 2025 ocurrirá principalmente en Sur-Asia y África sub-Sahariana; estas regiones comprenden el 55% del crecimiento demográfico esperado. A pesar de la enfermedad y la pobreza, África en lugar de achicarse se expande. Las proyecciones más confiables parecen indicar que al ritmo actual de crecimiento, donde se agregan unos 77 millones de personas más cada año, la población mundial para el 2050 será de 8,9 mil Millones de habitantes. Más de la mitad del aumento anual ocurre en seis países: India, China, Pakistán, Bangladesh, Nigeria, y Estados Unidos. En promedio, la tasa de crecimiento poblacional es seis veces mayor en los países pobres (1,46% por año) que en los países ricos (0,25% por año).

Pero conforme aumenta la población africana, lo hacen también su número de desnutridos y de enfermos. Los países con déficit calórico diario promedio más significativo se concentran en Africa sub-sahariana. Los países de África se hallan presos de una trampa entre desnutrición, pobreza, mala salud, y poco crecimiento económico, la cual retrasa seriamente las perspectivas de mejora de las condiciones de vida de su población. El contiente negro eperimentará el mayor crecimiento demográfico, con la mitad de los nuevos pobladores hasta el 2050, y el menor desarrollo económico, con un magro 1% anual de aumento de su PBI.

Mueren 42,5 personas por hora de hambre, unas 372.000 al año. Se calcula que casi 1.000 millones de personas sufren actualmente de desnutrición, y el número aumenta cada segundo. Pero si se toma el hambre como una concausa de muerte debido a la predisposición del paciente desnutrido a enfermarse, entonces mueren unos 6 millones de niños menores de 5 años de hambre por año. El promedio mundial de calorías diarias disponibles para consumo humano directo creció un 19% desde 1960 hasta 1996, año en que llegó a 2.720 Kcal/día/habitante; el promedio de calorías disponibles en los países en vías de desarrollo creció más aún, un 32%, hasta las 2.580 Kcal/día/hab. En Africa-subsahariana sólo se cuenta con 2.150 Kcal/día/hab. El fracaso agropecuario, no obstante, es central a la hora de explicar el fracaso del desarrollo de países del tercer mundo, ya que es casi impensable el crecimiento sin resolver la problemática alimentaria. África sub-Sahariana ha tenido un pobre crecimiento en la producción per cápita de cereales en los últimos 50 años, en especial debido a inestabilidad política, malas técnicas de cultivo, y rápido crecimiento demográfico.

TODOS SOMOS ÁFRICA
Pero sucede que entre nuestros países subdesarrollados, todos somos África. No sólo se ha reducido la expectativa de vida para los países africanos, sino también para los países rusos que previamente pertenecían a la Unión Soviética. De las 57 millones de muertes anuales que ocurren globalmente en el planeta, el 20% son niños menores de 5 años de edad, y de esas muertes el 98% ocurren en países subdesarrollados, la mitad en África. De todas las muertes, en los países desarrollados sólo el 20% ocurren entre los 15 y los 59 años, mientras que en los países pobres el 30% de sus muertes ocurren en esta franja etaria. En los países desarrollados el 42% de las muertes ocurren en menores de 60 años de edad, mientras que en los países pobres el 60% de los fallecimientos ocurren antes de esa edad. En África el 70% de los nacidos vivos no cumplirá nunca 60 años; en Europa lo hará el 60%. La pobreza aumenta el riesgo de muerte de un niño, en cualquier país que se estudie. Sin embargo en África es peor; aquí un niño pobre tiene dos veces más probabilidades de morir que un niño pobre de América.

Conclusión
África sufre horrores y mucha de su gente muere. Sin embargo desde el punto de vista médico esta catástrofe no obedece exclusivamente a las enfermedades y la falta de alimentos. Existen fuertes determinantes sociales de la enfermedad que van desde el fracaso de los sistemas de salud hasta las frustraciones de una población diezmada por la violencia y la ignorancia. La situación es extrema y requiere acción inmediata, pero no sólo médica o alimentaria, sino también, y probablemente especialmente, educativa e institucional.
África acoge, en toda su riqueza étnica, uno de los mayores tesoros humanísticos de la edad contemporánea. En verdad que quizás reemplace a América como "el continente de la esperanza", entre otras cosas porque allí nace la mayor cantidad de niños de todo el mundo; y ellos son el futuro. Luego lo que hagamos con África probablemente sea nuestro destino como especie.

Bibliografía:
Imagen: Credit line: WHO/TDR/Crump
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2 – Greenwood B, Mutabingwa T. Malaria 2002; 415: 670-672
3 – Sachs J, Malaney P. The economic and social burden of malaria. Nature 2002; 415: 680-685
4- Cohen J. Human population: the next half century. Science 2003; 302: 1172-1175
5 – Hunger Basics. In: Bread for the world 2003.
6 - "Malnutrition: Overweight population equals world's hungry". (UN Wire, 07/03/2000). UNESCO/Netaid.
7 - Murray CJL, Lopez AD: “Mortality by cause for eight regions of the world: global burden of disease study”. Lancet, 1997; 349: 1269-1276.
8 – Food and Agricultural Organization of the United Nations 2000. The state of food insecurity in the world. In: www.fao.org/docrep/x8200e/x8200e03.htm
9 – Alexandratos N. World food and agriculture: outlook for the medium and longer term. Proc Natl Acad Sci USA 1999; 96: 5908-5914
10 – Dyson T. World food trends and prospects to 2025. Proc Natl Acad Sci USA 1999; 96: 5929 – 5936
11 – Marmot M. Social determinants of health inequalities. Lancet 2005; 365: 1099-1104