En los últimos años cambió el concepto de envejecimiento en el mundo porque la población de mayor edad se vuelve cada vez más saludable. Esto permitiría replantear en la Argentina la edad de la jubilación, para que el 82% móvil lo puedan cobrar quienes se jubilen a partir de los 67 ó 68 años, lo que sería muy positivo para el ANSES, y el PAMI, y mejoraría el nivel de riesgo de las Obras Sociales.
Uno de los últimos conceptos en materia de envejecimiento no surgió de la medicina sino de la economía. Se trata de la "inflación de la edad". Hoy, nuestro cuerpo puede darse el lujo de comprar años calendario a un costo biológico mucho menor que hace dos décadas. O dicho de otro modo, los años, médicamente hablando, pesan menos. Estas definiciones alternativas de vejez paradójicamente son más atractivas para la medicina y la formulación de política públicas que las provistas por la demografía clásica.
El problema surge de la misma definición de vejez. ¿Que entendemos hoy por envejecimiento? Para esta pregunta hay tres respuestas. En primer lugar, el ser humano sería viejo, con perdón de la palabra, por contar muchos años calendario en su haber. Una definición alternativa es considerar "viejo" a quien esta cerca del tiempo de morir de forma natural. Por ultimo, una persona se podría considerar mayor por el hecho de vivir bajo los efectos de las discapacidades propias de un cuerpo que involuciona. Estas tres definiciones afectan nuestra postura frente al problema del envejecimiento mundial.
Si por “vejez” entendemos muchos años calendario, entonces el mundo, y particularmente Europa y China, envejecen a pasos acelerados; crece la proporción de personas de edad avanzada respecto de los jóvenes, debido fundamentalmente a que nacen menos personas, y las que hay demoran menos en morir. En los países desarrollados, en el año 2005 había tres personas en edad laboral (15 a 64 años) por cada mayor de 65 años. Esa relación será de uno a uno para el 2050.
Si por "viejo" en cambio, nuevamente con licencia del termino, entendemos alguien cuya muerte de causa natural esta cercana, el mundo desarrollado entonces, en realidad rejuvenece. Hoy en día una persona que cumple 65 años en Estados Unidos puede esperar vivir en promedio hasta los 84, mientras que en 1935 tendría que pensar en los 77 años. De hecho, la proporción de personas de 70 años que transitan sus últimos 5 años de vida esta disminuyendo. El japonés, italiano, alemán, o australiano que cumplió actualmente 65 años de edad, bien podría planificar sus próximos 25 años de vida, porque en promedio vivirá hasta los 90.
Finalmente veamos el caso de la incapacidad. Indudablemente con la edad el cuerpo humano involuciona en muchos aspectos físicos y mentales. Sin embargo este proceso es muy variable, y hoy, en los países desarrollados, el deterioro se enllentece. Ingleses y Americanos han comprobado que si bien cada vez tienen mas gente de edad avanzada, la proporción de personas que viven con discapacidades en relación al total de la población adulta se mantiene constante o tiende a disminuir. Es decir que la población envejece pero también, y en simultáneo, se vuelve mas saludable.
Dado que las edades calendario y biológicas ya no significan lo mismo, probablemente habrá que replantear la edad de jubilación, quienes pasan al PAMI, y demás. Por ejemplo, si el 82% móvil es impagable para quien se jubila a los 65, podría no serlo a partir de los 67 o 68 años. Además, la gente se quedaría mas tiempo en su obra social sin pasar al PAMI, y este sistema permitiría que todos sigamos activos algunos años mas, lo que agrega fuerza laboral a un país que la necesita desesperadamente dado su parva población.
Vejez saludable, un beneficio del desarrollo
Lamentablemente la mortalidad entre 65 y 74 años es de 23/1.000 promedio en Gran Bretaña y de 24,6/1.000 en la Argentina. Ahora bien, no solo la vida después de los 65 es mas corta en nuestro país, sino que ademas hay zonas y zonas. En el año 2008, según las Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud, en ese rango de edades morían 19,6/1.000 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires contra 32 personas cada 1.000 en el Chaco, 29/1.000 en Misiones, 28/1.000 en Santa Cruz, y 27/1.000 en Formosa. Es decir que la probabilidad de morir entre los 65 y los 74 años de edad es un 50% mayor para los que viven en el Litoral (es parecido en el NOA) comparado con la Capital Federal.
Si algunos argentinos privilegiados pueden tener mas años de vida saludable por delante, entonces todos podemos gozar de este privilegio propio de países desarrollados. Pero para lograrlo hay algunas tareas que realizar. Mantenerse laboralmente activo, practicar deportes, tener vida social y comunitaria, controlar el colesterol, la presión arterial, y el azúcar, no fumar, conducir con cinturón de seguridad, haber estudiado durante no menos de 12 años, y tener buenos salarios. Estos son los predictores de años biológicos muy caros en términos de años calendario. Contar 75 cumpleaños y que el cuerpo tenga en realidad 65 es un privilegio muy condicionado por factores sociales. Intervenir en este sentido es una prioridad. Después de todo, la inflación de los años es probablemente la única alza de precios que todos estaríamos dispuestos a votar.
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