Se denomina “golpe de calor” a dos tipos de cuadros diferentes: uno raro, que ocurre en personas jóvenes con predisposición genética y que consiste sí, en la producción excesiva de calor por el cuerpo, debido a alteraciones en el funcionamiento de los músculos. Este cuadro es grave, raro, y no ocurre necesariamente durante el verano sino que puede ser provocado por actividad física violenta o por la presencia de fiebre; sólo se da en las personas con predisposición genética y en general jóvenes. El segundo tipo de “golpe de calor”, propio de los veranos, es un cuadro de deshidratación importante provocada por las altas temperaturas de la temporada estival. En este caso los mecanismos que lo producen son los siguientes: 1)- Excesiva temperatura ambiental que aumenta el calor corporal, lo que empeora con esfuerzos violentos. 2)- El cuerpo elimina el calor mediante la sudoración, compuesta por agua y sales. 3)-La sed es el principal mecanismo para reincorporar el agua y sales perdidas con la sudoración. Luego si la ingesta de líquidos no es abundante, entonces el cuerpo se deshidrata, es decir que disminuye la cantidad de agua de su composición, lo cual afecta las funciones del riñón y el cerebro, y cae la cantidad de agua de la sangre, lo que baja la presión arterial y dificulta la función del corazón.
Es importante aclarar que el problema central no es la acumulación de calor, sino la deshidratación. El mecanismo principal del golpe de calor es la deshidratación. Si hay suficiente agua y sales, el cuerpo tolera bastante bien altas temperaturas, dentro del rango climático.
Efectivamente son los niños y los mayores de 65 años los más expuestos, debido al menor acceso al agua por no poder solicitarla, por vivir solos, o por dificultades de movilidad. Además, los ancianos poseen menor sensibilidad de los mecanismos de la sed.
El síntoma más importante suele ser, inicialmente, la disminución de las funciones cerebrales. El paciente se encuentra como dormido, con menor actividad, si es un adulto disminuye su integración al medio social, se aísla, y si quienes lo rodean no reparan en ofrecerle líquidos, entonces sobreviene la deshidratación, conocida vulgarmente como golpe de calor.
Depende de la actividad del paciente, pero en general se aconseja de 3 a 4 litros diarios para los adultos. Es importante señalar que no debe ser solo agua, a menos que se acompañe de ingesta de sales por otro lado (dieta harmónica, en especial frutas); de lo contrario, debe alternarse con jugos de frutas. En la gente mayor se debe insistir en la ingesta de jugos y caldos.
Es importante aclarar que el problema central no es la acumulación de calor, sino la deshidratación. El mecanismo principal del golpe de calor es la deshidratación. Si hay suficiente agua y sales, el cuerpo tolera bastante bien altas temperaturas, dentro del rango climático.
Efectivamente son los niños y los mayores de 65 años los más expuestos, debido al menor acceso al agua por no poder solicitarla, por vivir solos, o por dificultades de movilidad. Además, los ancianos poseen menor sensibilidad de los mecanismos de la sed.
El síntoma más importante suele ser, inicialmente, la disminución de las funciones cerebrales. El paciente se encuentra como dormido, con menor actividad, si es un adulto disminuye su integración al medio social, se aísla, y si quienes lo rodean no reparan en ofrecerle líquidos, entonces sobreviene la deshidratación, conocida vulgarmente como golpe de calor.
Depende de la actividad del paciente, pero en general se aconseja de 3 a 4 litros diarios para los adultos. Es importante señalar que no debe ser solo agua, a menos que se acompañe de ingesta de sales por otro lado (dieta harmónica, en especial frutas); de lo contrario, debe alternarse con jugos de frutas. En la gente mayor se debe insistir en la ingesta de jugos y caldos.
El calor puede ser mortal
Un verano arduo deja un saldo lamentable de 1000 muertos en el Reino Unido, y de casi 10.000 en Francia.
Los niveles en aumento de CO2 en la atmósfera son parte del problema de recalentamiento que sufre el planeta. Otro problema es la tala de árboles, y otros gases del llamado “efecto invernadero”. En el Reino Unido son esperables unas 800 muertes anuales atribuibles al calor. Son las muertes en exceso registradas durante las épocas de altas temperaturas y que no pueden ser explicadas por otras causas. Fenómenos similares se observan en invierno, aunque las muertes debidas al calor son mucho menores que las debidas al frío, y este comportamiento de la mortalidad no depende de que se trate de una zona fría o cálida. Además suelen acumularse con el debut de los días calurosos, disminuyendo el efecto “temperatura” conforme avanza la temporada estival, aparentemente por fenómenos de adaptación. Según las predicciones de los estudiosos, a medida que avanza el fenómeno de recalentamiento climático, se espera que el número de muertes atribuibles al calor crezca considerablemente.
La medida más importante es la detección de las personas vulnerables, y la adopción de medidas preventivas. Desde un punto de vista fisiopatológico el problema central es la deshidratación, aunque no se descartan efectos de los mecanismos disipadores de calor sobre el aparato cardiocirculatorio. Las personas vulnerables son ancianos y niños. Las medidas preventivas son, la refrigeración del ambiente, la ingesta regular de comida (aporte de sales), el aporte abundante de agua, favorecer corrientes de agua, la ventilación, el uso de ropas livianas y claras, la reducción de la actividad física, y el rociado de cara y prendas con agua fresca.
Estas acciones deben ser previas a la instalación del calor; para cuando esto ocurra, el instituto geriátrico puede no contar con ventilación suficiente, o el anciano no tener nadie cercano para darle de beber. Una vez establecida la “fatiga por calor”, el cuadro de por sí es mortal en los más vulnerables (cardiopatas, dementes, y aislados).
• William R. Keatinge. Death in heat waves. Simple preventive measures may help reduce mortality. BMJ 2003; 327: 512-13