Asistimos a un momento de inflexión en la vida de Internet: la violación y publicitación ilegal del secreto. Este hecho puede ser fatal para la informatización de la medicina y la instauración de las tecnologías de Health 2.0.
Para los momentos en que Wikileaks publicitaba secretos de Estado protegidos por leyes democráticas que son en definitiva expresión de la voluntad popular, la revista The Economist sostenía un debate sobre la salud 2.0. Hoy, en ese debate, el 57% de los votantes opina que los perjuicios derivados de la pérdida de privacidad supera los potenciales beneficios derivados de la Internet en salud.
No obstante, todos los expertos coinciden en que la base del cuidado de la salud del futuro cercano se dirige hacia la informatización de la historia clínica de los pacientes, utilizando Internet como plataforma. Un tema ubicuo en los debates suscitados por la tendencia, es el de la privacidad de los datos de salud de las personas. Cuesta imaginar entonces el impacto que los sucesos de Wikileaks tendrán sobre el mismo.
El punto menos importante en el caso Wikileaks es la vulnerabilidad o no del sistema de cables del Departamento de Estado Americano. Eso es una cuestión eminentemente técnica. Pero lo que es seguro, es que no hay técnica que pueda protegernos de la pérdida de respeto por el “secreto profesional”. Todos tenemos derecho, embajadores, políticos, o médicos, a decir cosas al oído, y es de buena educación no ponerse a escuchar lo que otros hablan en privado. Cuánto menos ponerse a publicitarlo.
En el caso de la medicina, este “secreto profesional” es el que crea la confianza entre el médico y su paciente, para confiarse cuestiones cuya publicitación podría ser considerada vergonzante, o desventajosa, o simplemente no deseada.
Reiteramos, todos los expertos coinciden en que la entrada plena de la medicina en la era de la comunicación global requiere el uso de Internet. A partir del 2008, en los Estados Unidos se destinaron más de 17 mil millones de dólares para desarrollar la informatización total de los registros médicos. Durante este año se decidió aumentar esos fondos.
Sin embargo, lo sucedido con Wikileak constituye un obstáculo crítico en el avance de la informatización de la información médica. Y probablemente el peor de todos los obstáculos; porque no se trata de haber ganado una puja técnica, sino en haber violado una ley que protegía el secreto. Habrá que ver si decidimos todos vivir expuestos. Si este es el caso, el consultorio médico podría quedar perimido y ceder espacio a los bares y espacios públicos como sitio elegido para examinar a los pacientes…
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