El nivel educativo no solo afecta el riesgo anual de muerte y la prevalencia de factores de riesgo coronario en la población. Numerosos estudios han demostrado que el nivel de instrucción de la persona modifica la utilización que ésta hace de los servicios de salud. La mamografía es un claro ejemplo de esto. Utilizando la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2005, seleccionamos a las mujeres de entre 40 y 65 años de edad, quienes tienen indicación absoluta de realizarse una mamografía anual para prevenir el cáncer de mama. Clasificamos a la población seleccionada según el máximo nivel de educación alcanzado, y calculamos la proporción en cada grupo que alguna vez se había realizado una mamografía (Figura). De entre las mujeres sin instrucción, en edad de máximo riesgo, el 76,4% nunca se había realizado una mamografía en su vida, contra sólo 27,7% entre aquellas con universitario completo. La diferencia encontrada fue estadísticamente significativa, y concluimos que es más probable que una mujer entre los 40 y 65 años de edad se realice al menos una mamografía en su vida, cuanto mayor es el nivel educativo de la persona.
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