El mundo de los próximos 20 años promete ser bastante entretenido. Así lo bosqueja un informe del Ministerio de Defensa británico publicado hace unos pocos días, en el cual se comunican las conclusiones de una comisión que, mediante metodologías de prospectiva, ha intentado detectar las principales tendencias que caracterizarán el escenario mundial en los próximos 20 años. Tres palabras podrían resumir la imagen del mundo futuro según este grupo de estudios inglés: superpoblado, marxista, e infectado de grupos violentos. El informe dice que una de las particularidades más constantes de los próximos 30 años será la tensión constante establecida entre la independencia y la competencia, que aumentarán tanto entre individuos como estados. Esto llevará al desarrollo de nuevas estrategias de competición basadas en la reacción de estados e individualidades al cambio.
Las tres áreas críticas
Las tres áreas que más afectarán la vida de las personas en el planeta serán el cambio climático, la globalización, y la inequidad. El cambio climático progresivo modificará ciertamente el ambiente físico de los hombres, dentro del cual la explosión demográfica tendrá que enfrentar problemas de provisión de alimentos, disponibilidad de tierras, y escaces de agua.
La economía mundial continuará creciendo y aumentando los lazos entre personas y pueblos diversos alrededor del planeta. Debido a la globalización las fuerzas supra-nacionales influirán sobre todas las dimensiones de la vida humana.
Si bien la vida de mucha gente progresará en términos materiales, un número significativo de personas continuará experimentando serias limitaciones materiales, hecho favorecido por las olas generadas por una economía globalizada. La inestabilidad provocará empobrecimientos y enriquecimientos más o menos repentinos, lo que sumado a la globalización de las comunicaciones y la ostentación de ciertas sociedades y sectores acentuará el resentimiento entre los menos aventajados y los perdedores. Así el tema de la equidad ocupará un lugar central en la agenda social.
Cambio climático
La evidencia científica parece lo bastante persuasiva como para convencernos de que el clima cambiará seriamente en el futuro cercano. La atmósfera está aumentando su temperatura debido predominantemente a la actividad human. El uso de combustibles fósiles genera emisiones de gasese “invernadero” tales como CO2 y otros, lo que debe sumarse a la disminución de los procesos naturales de depuración de los mismos (procesos de captura de dióxido) tales como la actividad de selvas y vida marina.
La primer característica del cambio climático es que será en gran medida impredecible en su distribución temporal y geográfica, evolucionando especialmente a través de catástrofes inesperadas. Los hielos polares se derretirán, y el agua de los océanos se acidificará, con lo cual cambiarán corrientes, la actividad de regulación termal de las aguas, y la vida marina. En cuanto a la tierra, extensas proporciones de ella sufrirán desertificación, y otras serán inundadas. Estos efectos se harán sentir en la disponibilidad de tierra para cultivo y vivienda, y en la migración de enfermedades tropicales como la malaria.
Un aspecto importante del cambio climático es que el mismo permanecerá altamente politizado debido a los profundos intereses económicos en juego, y al desafío que la respuesta a las catástrofes impone para las administraciones de los países.
Globalización
En los próximos 30 años según el informe el volumen de transacciones llevadas a cabo a distancia va a aumentar, cambiando la vida de millones de personas. Esto tendrá como efecto el acentuamiento de la internacionalización de los mercados de bienes, servicios, y laboral, lo que afectará severamente a las economías regionales, para bien en algunos casos (gracias a la expansión de las oportunidades) y para mal en otros (debido a la insostenible presión de la competencia). Evidentemente las telecomunicaciones tendrán una posición destacada en el desarrollo de este escenario. Gran parte de la población mundial estará “on line” la mayor parte del tiempo, lo que aumentará la presión de la competencia y ampliará de manera inimaginable las opciones.
Con la globalización se multiplicarán las formas laxas de asociaciones políticas, culturales, y económicas, vinculando personas dispersas por el mundo. Esto aumentará la interdependencia de los estados a la vez que acentuará la independencia del individuo.
Inequidad global
Dada la enorme mejoría de las condiciones socio-económicas de algunos, la brecha entre ricos y pobres se ensanchará, a la vez que la pobreza absoluta persistirá como un desafío global. A su vez la explosión mediática hará más evidentes estas diferencias, lo que fomentará las percepciones de injusticia. Esto será una fuente segura de inestabilidad social, y muy probablemente de ideologías anticapitalistas. En este contexto es muy posible que revivan ideologías marxistas en todo el globo.
Temas fundamentales
La miríada de factores a tener en cuenta para la comprensión del mundo futuro ha sido agrupada por los autores del reporte en cuatro temas fundamentales, cada uno con su escenario posible y ciertos factores motorizadores del cambio que tendrá lugar en cada área. A modo de sumario se podría asegurar que debido a la realidad económica los países estarán ciertamente más integrados unos con otros, pero debido a la necesidad de sostener las economías nacionales con el objeto de prevenir la caída de grandes proporciones de sus ciudadanos en áreas marginales, deberán ser más competitivos. Desde el punto de vista individual, a pesar de que la globalización aumentará las oportunidades y en muchos casos la riqueza efectiva de las personas, sin embargo será vista por la mayoría como una verdadera amenaza. Esta percepción alentará la creación de sistemas locales y localistas destinados a moligerar los efectos de los procesos globalizantes. Un ejemplo serán las medidas antimercado, las cuales fructificarán a la zombra de la promesa de favorecer la estabilidad. Paradógicamente esta tensión será causa evidente de inestabilidad. Esta inestabilidad, por su parte, determinará el desarrollo de estrategias locales de supervivencia que irán de la cooperación a la predación. Cerca de cual de ambos extremos se ubique una comunidad determinada vendrá influenciado, según los autores, por cuatro temas fundamentales: la población y los recursos naturales, los intereses y la identidad, la gobernabilidad y el orden, y por último el conocimiento y la innovación. Nosotros aquí pondremos de relieve los dos primeros y luego algunos temas candentes para los próximos 25 años como ser la presencia de los medios en la sociedad y el problema de la competencia por la energía.
Tema 1: Población y Recursos
Los recursos naturales sufrirán constriñamiento debido fundamentalmente a: 1 – aumento sostenido de la población, 2 – competencia económica agresiva y aumento del consumo, y 3 – rápida modernización y urbanización. El cambio climático y la contaminación agravarán esta tendencia. Como consecuencia la provición de energía, agua y comida, será crítica. Esta competencia por los recursos será percibida a través de los medios de comunicación con mayor dramatismo y premura, acentuando las diferencias entre ricos y pobres, los de arriba y los de abajo. Esto constituirá un aliciente para los populismos, las crisis humanitarias, y los conflictos entre comunidades y etnías en lo local, y probablemente a guerras a gran escala en lo global.
La principal derivación para la salud de este tema será el apremio de serias enfermedades contagiosas como nuevas formas de gripe, HIV, tuberculosis resistente, y otras. Los cambios ambientales y sociales secundarios a la competencia por los recursos y la explosión demográfica favorecerán incluso pandemias.
Los cambios en el tema de la explosión demográfica y la competencia por los recursos serán motorizados por e crecimiento económico, el crecimiento poblacional, la competencia por los recursos, las enfermedades, el cambio demográfico, el impacto ambiental, los desplazamientos de masas, y la urbanización.
Motores del cambio en el tema de población y recursos
Crecimiento económico. Los investigadores proyectan que la economía global muy probablemente crezca al 2 a 3% annual hasta por lo menos el 2020. Esto se acompañará de aumento del bienestar, especialmente en la región de Asia-Pacífico. No obstante la mejoría sera asimétrica. África sub-sahariana continuará siendo pobre debido a factores demográficos y politicos.
Crecimiento demográfico. La población global crecerá de 6.5 mil millones a unos 8.5 billones para el 2035 según casi todas las estimaciones. Este crecimiento ocurrirá sobre todo en regiones con alto riesgo material y social. En síntesis esto significa que habrá más pobres.
Competencia por los recursos. Los aumentos de la actividad económica y el consumo indudablemente resultarán en una mayor demanda de recursos esenciales. De todo el aumento esperado sobre la demanda de energía, 80% deberá ser afrontado por petróleo, gas, y carbón. Dado que la mayoría de este recurso se encuentra en manos de regiones políticamente inestables, es esperable que los principales consumidores no quieran comprometer el suministro con las fueras del mercado y los caminos habituales de intercambio del sistema internacional.
Enfermedades. Evidentemente ciertas enferedades contagiosas segurán constituyendo un problema, y otras nuevas surgirán en el ínterim. En este sentido malaria, tuberculosis, HIV, y cólera, segurán siendo un problema fundamentalmente para los más pobres. Este hecho comprometerá seriamente el crecimiento económico de ciertas regiones.
Cambio demográfico. Básicamente el primer mundo envejecerá y el tercer mundo será relativamente más jóven (primer mundo envejecido con tercer mundo joven). Si se piensa que el 25% de la población mundial estará constituída por el pobre urbano, el cambio demográfico hará más frecuentes las olas de desempleo. Ciertamente la inmigración hacia el primer mundo aumentará, pero también lo harán las tensiones internas.
Impacto ambiental. Para el 2035 dos tercios de la población mundial vivirá en regiones con escaces de agua. Además es muy probable que la fertilidad de la tierra disminuya debido a la polución y la intensificación de la agricultura. La pesca también se verá seriamente afectada. Con todo surgirá un tema permanente en la agenda: la seguridad alimentaria e hídrica.
Desplazamiento de masas. La inestabilidad, el conflicto, y los cambios de percepción gracias a los medios de comunicación continuarán favoreciendo los grandes desplazamientos especialmente a regiones vecinas.
Urbanización y Asentamientos humanos. Para el 2035 el 60% de la población vivirá en áreas urbanas . Crecerá el tamaño de las ciudades y la cantidad y extensión de los asentamientos no planificados, todo lo cual impactará sobre el costo de los recursos y el impacto ambiental. Gobernabilidad e infraestructura serán temas clave en la urbanización. La habitación de sitios poco aptos así como los problemas derivados de las megápolis aumentarán la frecuencia de las crisis humanitarias.
Tema 2: Identidad e Intereses
Tanto la globalización como las comunicaciones harán más visibles a los individuos las ventajas y desventajas de los otros así como las significaciones adicionales derivadas de los propios intereses. Paradójicamente los investigadores advierten que si bien la distancia significará menos en términos de asociación e intercambio, de todos modos la seguridad individual y colectiva se convertirá en un tema mayor. La interculturalización será una característica inevitable del futuro mediato, poniendo en tela de juicio las identificaciones primarias de la persona. Así es esperable ocurran profundos cambios en las identidades colectivas para dar paso a las crecientes influencias globales. Esto generará conflictos. Nacionalidad y etnía seguirán siendo elementos de peso, a contracorriente de la tendencia global integracionista y a la diáspora impuesta por las corrientes migratorias. Así proliferarán colonias de expatriados con diferentes grados de integración en las respectivas comunidades de destino, cambiando seriamente la fisonomía social. La crisis de identidad y las presiones globales reducirán la lealtad individual al estado y la comunidad de origen, la cual se transformará en condicional y no incondicional como lo era previamente. Las comunidades de la diáspora establecerán redes con efectos impredecibles sobre la organización social. Las organizaciones se volverán más centradas en intereses coyunturales que en lealtades identitarias, lo cual las volverá laxas.
Motores del cambio en la identidad y los intereses
Acceso a la información. Las tecnologías de la información seran ciertamente accesibles a más gente. Se estima que 20% de la población de África tendrá telefonía celular con Internet movil para el 2010. La comunicación a través de la red generará nuevos arreglos audiovisuales de trasnferencia de datos inimaginables hasta la fecha.
Comunitarianismo. El crecimiento de la población y su concentración en enormes asentamientos de, por ejemplo, 50 millones de habitantes o más, sumado a formas informales de trabajo, van a representar un reto formidable a los gobiernos que deban proveer infraestructura, servicios, y seguridad social, además de seguridad. Esta nueva realidad posiblemente deteriore el compromiso ciudadano con el estado nacional y reasuman protagonismo los lazos familiares, el clientelismo, y formas locales de goberno.
Migración. La migración aumentará en respuesta a la presión ambiental, la pobreza, y la percepción de oportunidades en otros lugares, especialmente ciudades, ya que la migración será un fenómeno paralelo a la urbanización. Actualmente unos 175 millones de personas vive fuera de su país, esto representa el 3% de la población mundial; este número se espera crezca al 10% para el 2050, esto es a 230 millones de personas.
Diáspora dinámica. Los asentamientos de la diáspora se encontrarán fuertemente conectados entre sí gracias a la tecnología de la información, lo cual va ciertamente a reducir el interés de los inmigrantes por asimilarse a las comunidades de destino, conformándose verdaderas “comunidades virtuales” a través de continentes enteros, que mantendrán a estas personas en cierta manera agenas a los intereses nacionales de las comunidades de destino. Además esta diáspora será una importante fuente de recurso para los familiares que permanezcan en las comunidades de origen, y un modo poderoso de transferencia de recursos desde los países ricos hacia los pobres. La diáspora también será un vehículo de transnacionalización del terrorismo, la violencia inter-comunitaria, y el crimen organizado transnacional.
Complejidad cultural creciente. Mucha gente se acostumbrará a lidiar con la complejidad cultural creciente que caracterizará indudablemente el mundo por venir. La migración de personas así como las dificultades de integración fomentará el desarrollo de comunidades muy cosmopolitas. El inglés muy probablemente mantenga su liderazgo como lengua internacional, aunque Mandarín, Español, y Árabe, serán también medios importantes de comunicación.
Cambio de valores. El mundo que se viene se caracterizará, muy probablemente, por materialismo y secularismo crecientes, en parte debido a que la competitividad e interconexión características del futuro desperdigarán tendencias ya establecidas en la mayoría de los países del primer mundo. El relatiivsmo y el pragmatismo moral constituyen otras dos tendencias ciertas en el mundo de valores que se avecina, jaqueando a los postulados más tradicionales. Por contrapartida las minorías buscarán preservar su identidad frente a la presión de las fuerzas globalizadotas mediante la adhesión a valores tradicionales más rígidos de corte religioso o ideologías como el marxismo.
Expectativas materiales. El modelo capitalista occidental seguirá representando el paradigma económico para el futuro por venir, a la vez que el modelo cultural dominante. Las expectativas respecto de las promezas de bienestar contenidas en dicho modelo se acrecentarán en gran medida por la acción de los medios de comunicación, lo cual expondrá de manera más cruda la realidad de los sectores marginalizados. En este sentido la exclusión se convertirá en un tema político mayor, con fuertes implicancias para la justicia transnacional.
Tema candente 1: competencia por la energía
La era de la energía barata ha pasado, y la escena económica estará dominada por la competencia feroz en post de los recursos energéticos. De aquí a 30 años la demanda de energía crecerá de 1,5 a 3% cada año, especialmente a expensas del rápido crecimiento de economías como China e India. Esto presionará sobre los precios y enriquecerá a países como Rusia e Iran, aumentando la relevancia internacional de ambos. A pesar de las incertidumbres que rodean al tama, es probable que el pico de producción de petroleo se alcance para el 2035, a partir decuando la cantidad de petroleo comenzará a mermar; esta posibilidad agrega mayor ansiedad a la tendencia. Indudablemente veremos en el futuro cercano el desarrollo de formas alternativas de energía que intentarán con grados diversos de exito de reducir la relevancia del petroleo en el rubro.
Tema candente 2: medios y sociedad
El poder e influencia de los medios va a acrecentarse, representando un serio problema para todos los gobiernos excepto los más autoritarios en cuanto a la capacidad de establecer los términos del debate. La esfera mediática será dominada por la industrialización del chisme, el periodismo confrontativo e intrusito, el entretenimiento populista y los deportes, sobre todo a expensas del impulso conferido a estas formas de comunicación por el apoyo comercial. Los medios llegarán a la gente a través de formas cada vez más sofisticadas de tecnología portátil, y las bases de la “verdad” serán fuertemente subjetivas y distorsionadas por la vulnerabilidad de los medios a las presiones distorsivas, la piratería de opinión, y la moda de opinión. Así las cosas es muy probable que la sociedad esté más movida por creencias que por verdades objetivas. La web será un desafío para las clásicas corporaciones de medios, y la emergencia del ciudadano-periodista como operador independiente cobrarán predominancia.
Además proliferará el periodismo partisano, que actuará como modulador de la opinión pública a favor de determinados grupos sociales. Por otro lado el grado creciente de informalidad restará fuerza a la propia capacidad de las empresas de medios de modelar algo parecido a un discurso único, y abrirá nuevas posibilidades a los gobiernos de no ser rehenes de la acción de los medios de comunicación.
Los medios aumentarán fuertemente su capacidad de presión sobre las acciones de la administración pública mediante sus acciones de escrutinio cada vez más intrusivas.
Tema candente 3: hitos científicos
Ciertas areas de la ciencia cobrarán relevancia central en el futuro cercano: la nanotecnología, las tecnologías de la información, la biotecnología, las nuevas formas de energía, las ciencias cognitivas, y la ciencia del networking, seran muy probablemente los campos de desarrollo más extraordinario.
Nanotecnología. La nanotecnología se encuentra en la frontera entre la física, la química, y la biología, y cambiará drásticamente nuestras vidas en cuestiones de materiales, desarrollo de sensores, y el cuidado de la salud. Gracias a la nanotecnología los artefactos serán más pequeños, más livianos, más baratos, y menos honerosos en términos energéticos.
Tecnologías de la información. Para el año 2050 es muy probable que la mayoría de los ciudadanos del mundo no pueda “desenchufarse”, es decir aislarse de las influencias informativas que literalmente lo bombardearán a cada momento. Estarán permanentemente conectados a redes de transferencia bidireccional de datos, y en ciertos momentos desconectarse podría volverse algo sospechoso y hasta conspirativo. Las causas de esta dependencia de la conexión serán la globalización de la economía, el aumento en la capacidad de los procesadores de datos, y una mayor asimilación cultural de las tecnologías de la información. Desde cierto punto de vista las tecnologías de la información serán per se un medio indispensable para el crecimiento económico.
Biotecnología. El retorno a los negocios centrados en la biotecnología era de 23 mil millones de dólares en el 2000, y creció a 50 mil millones en el 2005 en el mundo entero, hecho que prueba por sí solo la explosión esperable en esta área. El impacto de esta avenida del conocimiento se hará sentir especialmente en la industria farmacéutica, y a través de las nuevas drogas modificará profundamente la salud de los hombres.
Nuevas formas de energía. El informe prevee que es muy probable que nuevas formas de energía estén disponibles para su uso masivo en los próximos 20 años. No obstante lo más posible es que los avances sean evolutivos y no revolucionarios, dada la extrema dificultad que el área ha venido teniendo a lo largo de las últimas décadas. Este hecho redundará en un mercado de combustibles persistentemente inestable. Los biocombustibles quizá lleguen a representar el 8% de la provición total de combustibles en el año 2040.
Ciencias cognitivas. Los modos en que de hecho se aplicarán los avances en el campo de las ciencias cognitivas son más inciertos. Probablemente el mundo del software sea uno de los más beneficiados al respecto. No obstante el mapeo de las funciones cerebrales se desarrollará enormemente.
Ciencias de networking. El desarrollo de las ciencias de interrelación y detección de fenómenos será fenomenal. Mayor ancho de banda, mayor poder de procesamiento, sensores cada vez más pequeños, y mejor comprensión de la dinámica de las redes virtuales aumentarán nuestras capacidades de interconectividad.
El informe cuenta con algunos pasajes más sombríos como la certeza de que para el 2035 los ejécitos contarán con bombas electromagnéticas capables de destruir todos los sistemas de comunicación de un área, armas de neutrones capaces de destruir a todo ser viviente y preservar las estructuras físicas, y la posibilidad de armas totalmente automatizadas y desprovistas de seres humanos que las comanden; básicamente, un ejército de robots. Este poder del Estado se trasladará a grupos terroristas, cada vez más beligerantes, y a una clase media cada vez más identificada con ideas marxistas, debido al contraste de los “últimos ciudadanos” con dos amenazas, por un lado los hiper-ricos, y por el otro una sub-clase urbana marginal volcada hacia la violencia y fuera de todo orden social.